A diario se utilizan los servicios de distintas empresas para cubrir alguna necesidad puntual que pueda existir. Pero lo cierto es que casi nunca nos molestamos en conocer los inicios de cada empresa y algunos son tan dispares como el de la empresa INAER. ¿Qué pensaría cualquiera si le dijeras que la mayor empresa de rescate que opera en España empezó con un piloto que fumigaba tomates?
Lo cierto es que así es, el origen de la empresa que actualmente pertenece al grupo británico Babcock International tiene sus raíces en la comarca de L'Alacantí. Comenzó como una pequeña empresa productora de tomates que con el paso del tiempo creció y se convirtió en la mayor productora y exportadora de tomates de España. El nombre de esta empresa es Bonnysa. Y aquí entra nuestro piloto, Luis Miñano.
Luis Miñano trabajaba como piloto de una avioneta que se dedicaba a sobrevolar los cultivos y fumigarlos para dicha empresa. Con el tiempo y la implantación de invernaderos y un mayor control de plagas, las actividades de fumigación empezaron a ser innecesarias por lo que se vieron obligados a tomar una dirección distinta para los tres helicópteros con los que operaban. Y la dirección que tomaron surgió Helicópteros del Sureste. Esta empresa surgió con los servicios de extinción de incendios y el traslado de empleados a plantas petrolíferas cercanas a la costa. De ahí, evolucionó a UVI móviles de los servicios de urgencia públicos y helicópteros de la policía, y pasó a llamarse Inaer Helicópteros.
Inaer se estableció fuertemente cuando dio un paso en la prensa por el escándalo en el que se vio involucrado el expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, porque usaba los helicópteros para desplazarse. Inaer fue ganando concesiones en varias comunidades autónomas para prestar sus servicios con sus propios helicópteros y sus equipos de mantenimiento. Con el tiempo, Inaer siguió creciendo y se expandió al exterior creando numerosas operaciones corporativas y filiales por toda Europa. Cuando la empresa se vendió en 2014 a Babcock International lo hizo por la nada desdeñable cantidad de 2.000 millones de euros.
De piloto fumigador a creador de una empresa de valor millonario. Hasta las historias más dispares son posibles y este es el ejemplo perfecto.
Post realizado por Miguel Nieto
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