Con sede en el Reino Unido, Babcock International Group es una corporación multinacional británica que se especializa en servicios de apoyo a la gestión de activos complejos e infraestructuras en entornos de la seguridad operacional y en misiones críticas. Su actividad principal se basa en contratos civiles con organismos públicos, en particular con el Reino Unido. La compañía tiene establecidas cuatro divisiones operativas con operaciones en el extranjero con bases en África, América del Norte y Australia. A su vez, Babcock International opera en un amplio margen de sectores. Sus hilos se extienden desde contratos en defensa, energía y aplicaciones nucleares, servicios de emergencia y marina, hasta educación, comunicación, información e inteligencia, minería y construcción. Es una empresa con gran renombre, presente en todo el mundo, con una alta capacidad económica y una base bien cimentada.
En 2014, Babcock adquirió la empresa preferida de este blog, INAER Helicópteros, por 2.000 millones. INAER era dirigida por el grupo Avincis, compuesto por la familia Bonomi y el grupo de capital de riesgo estadounidense KKR. En ese año, INAER estaba siendo criticada duramente por los medios y acusada de ofrecer poca formación a sus empleados. Teniendo en cuenta que esta empresa tenía casi el monopolio completo de las operaciones en España de intervención de emergencias por vía aérea, la inquietud y la agitación de los medios estaba más que justificada.
El grupo Avincis fue acusado de recortar los medios técnicos y las condiciones de trabajo tras sufrir ocho accidentes en los que el resultado fue de 28 muertos. La actual dueña británica impuso un convenio único y nuevos protocolos de seguridad tras adquirir Avincis de la mano de KKR e Investindustrial. Los cambios se impusieron y continúan imponiéndose en Inaer, empezando con el convenio único para la plantilla de 1.500 trabajadores de Inaer y aumentando el ritmo para introducir estándares más rigurosos en los protocolos de unas operaciones que, por definición, implican alto riesgo.
Desde 2005, cuando la empresa nacida en Alicante fue vendida al capital financiero y se incorporó al grupo aéreo italiano Avincis, el Colegio de Pilotos (Copac), y los sindicatos Sepla, CCOO y CGT arreciaron en sus denuncias por los “continuos recortes en las condiciones laborales y en los medios técnicos”. Sus criticas de que la empresa estaba siendo gestionada con los criterios de un grupo de capital riesgo recibieron eco mediático porque en la operación de Inaer se disparó el registro de incidentes y sufrió, además, la pérdida de ocho aparatos entre 2006 y 2012, con el resultado de 28 víctimas mortales.
Cabe añadir que la sustitución en la propiedad de Inaer, a la que se califica de “dueño más industrial”, fue recibida con un cierto alivio por la plantilla y por los sindicatos de Inaer. La entrada del grupo británico reforzó la negociación para aprobar un convenio colectivo único para toda la plantilla y se está trabajando en unificar los protocolos de acción para reforzar las condiciones de seguridad. Una buena forma de empezar a limpiarse los restos de una mala gestión y mejorar su imagen y la seguridad de sus empleados, lo que resultará en que no suspiren aliviados si se vende su empresa.
Post realizado por Miguel Nieto
No hay comentarios:
Publicar un comentario