martes, 13 de diciembre de 2016

Antía Quintá: “la garra y el carácter son esenciales para ser una buen piloto”

En nuestro anterior post, pudimos descubrir la apasionante historia de Patricia, una joven que desde muy pequeña soñaba con alcanzar su meta más alta, ser piloto de helicóptero. No solo consiguió su sueño, sino que lo sobrepasó. Y es que Patricia a día de hoy, es la comandante de INAER helicópteros y de ella depende que todas las bases de la empresa de salvamento estén bajo control.

Al parecer, el caso de la comandante Patricia no es el único ejemplo de chica alcanza sueños. Y es que Antía Quintá, una chica de diecinueve años también de A Coruña, ha empezado a emprender su sueño y sobre todo lo hace con la frialdad y seguridad de no temer la responsabilidad que conlleva ponerse al mando de cualquier tipo de nave aérea. 


Este año, Antía ha comenzado sus estudios en la escuela Aeroflota del Noroeste, y cabe destacar que este nuevo curso ya hay dos mujeres contando a Antía que ya se están preparando para alcanzar su objetivo. Como pasaba con la comandante Patricia, la joven coruñesa confesó en una entrevista que desde muy pequeña siempre se le ha pasado por la cabeza el pilotar un avión pero afirma que para ponerse al mando de una nave aérea hacen falta cualidades como “la garra y el carácter” para dar lo mejor de uno mismo y triunfar en un sector que, a día de hoy está al mando del género masculino.


En la entrevista, Antía confesó que siempre ha tenido vínculos que han hecho que le picara la curiosidad por el motor aéreo puesto que tiene “familiares relacionados con la aviación”. La geografía también influyó en que se metiera a la escuela de pilotos en su tierra natal pero cabe destacar que no descartaba la posibilidad de entrar en el Ejército del Aire.

También ha explicado cómo se vive el periodo de formación y qué fases tiene. Afirma que actualmente está cursando la parte teórica pero, como buena previsora, Antía quiso comprobar incluso antes de entrar en la academia si volar en la cabina de un helicóptero si volar no era lo suyo. Como era de esperar, Antía disfruto incluso más que yendo de pasajera.
Al final de la entrevista, ha sido sincera en afirmar que es muy duro y que exige un sacrificio enorme pero a la vez también tiene su lado positivo. Es cierto que como la mayoría de personas que acaban el curso de pilotos quieren ser pilotos comerciales y eso implica viajar por todo el mundo descubriendo nuevos países y culturas a pesar del riesgo que supone llevar a muchas personas a sus espaladas.

Por el momento, Antía tiene que acabar el curso de piloto y terminar su Grado en Administración y Finanzas complementándolo con un año en Berlín llevando a cabo sus prácticas como piloto, el último paso para empezar a dar sus primeros pasos como la futuro piloto que será. 
Por nuestra parte solo queda desearle mucha suerte y… ¡A por todas!

DEMEBÉ STUDIOS


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